Prof. Gabriel González Villarroel
Amigos... hoy no voy a profundizar acerca de la libertad, libre opinión, de acción, amor libre o libertad del hombre, no obstante deseo que usted no se confunda con este bilipendeado concepto que de mucho nos vale al momento preciso de la Decisión.
PUNTOS DE VISTAS.
Días atrás tuve ocasión de entreverar interesantes palabras, de interesantes temas, a mi parecer, con algunas personas que por afición tienen el leer, otros de opinar y otros que gustan simplemente de pensar en voz alta.., y entre todos lo hacíamos socialmente sobre la exhibici
ón de la controvertida película “La última tentación de Cristo”; pasando luego, a la ‘pastillita azul’ llamada a vigorizar a un disminuido varón amante y, por último, analizábamos el caso de la aparición en sociedad del novedoso fármaco “del Día después”.Por supuesto, cada uno teniendo sus detractores como simpatizantes, y es propio que estos temas los tengan, pero es aquí cuando se inicia el irreverente ¡detonante!, cuando Ud. en su libertad personal (fuero interno), de un momento a otro pensó, analizó y “decidió” apagar la TV, o cambió el dial de su radio o bien se inclinó por comprar tal o cual pastelillo, obviamente, estas decisiones según hayan sido sus parámetros de vida, sus fundamentos, principios o patrimonios valóricos de arraigo socio-familiar, es decir, fundamentado en ‘algo’ decidió y procedió a la elección.
ARMA MORTAL.
Por decir algo, intentando ser muy didáctico, groseramente acoto ¿Hace cuanto tiempo que apareció la primera arma de fuego en sociedad? Se ha fijado que en este preciso minuto, este invento de la era moderna, ésta herramienta cuyo uso está destinado a regular el comportamiento social a través del miedo y del exterminio y no utilizada para fines de desarrollo y crecimiento del Ser Humano, se está actualizando fina y minuciosamente según la complejidad y el desarrollo de la época como arma mortal ¿Qué se hace para sacarla del sistema? Al menos ¿restringirla?, algo así como un indicio… al respeto humano.
Actualmente, muchos, y son muchos, sin duda el debate es extraordinario..., los que discuten esto y lo otro, indicando lo malo o bueno que podría ser esto o aquello sin llegar en momento alguno a tocar el fondo del problema, a lo que voy, es que a usted le han dejado intacta, al menos por hoy, su libre condición humana de DECIDIR... si compra un arma o no, si la usa o no. De igual forma como si elige una pastilla de anís o de menta. Si compra tal o cual diario; si apaga el TV; qué color usar, si veo la película, si tomo la pastilla, etc. gracias a Dios esto es LIBERTAD; el que ‘exista’ no es el problema, sino lo que pudiera hacer con ello, el problema (si así se representa) es usted… fíjese, el alcohol está, la droga está, las armas están, los problemas están, son creaciones del ingenio del hombre, si quiere ser libre... solamente tiene que... ¡aprender a DECIDIR!
