Victoria.- Los Pesebres Navideños son portadores de profundo significado ante quienes se esmeran en levantarlos tanto en los hogares como fuera de ellos. Es así como están confeccionados de diferentes materiales, formas y tamaños. Algunos tienen más detalles que otros. Se encuentran ubicados en los lugares más inauditos. Pero al cabo, son todos elevados con el propósito de no olvidar que en un pobre pesebre de belén nació hace 2010 años atrás un "niñito" que más tarde traería convulsionados momentos al universo en
tero.Hace más o menos unos 11 años a la fecha se motivó a la población victoriense a elevar el sentimiento cristiano, pero más que eso, a homenajear el cumpleaños del niño Jesús, niño que porta en sus manitas amor, caridad, solidaridad, justicia, libertad, y también lo contrario. Esa contrariedad está dispuesta entre los hombres con el objeto de reconocer el valor que tiene la noche ante el día, el mal frente al bien, la alegría ante la tristeza, la amargura y la desdicha ante la felicidad y la dicha.
Luz Gacitúa levantó esta iniciativa espiritual conllevando un hermoso programa iniciado con la representación actuada por los niños del sector y que contó con una presencia multitudinaria de socios pobladores, de la representante del senador de la república, Jaime Quintana y del gestor Regional de Cultura, Gabriel González. La voz del canto del conocido folklorista Hernán Cayumán coronó el acto y se hizo sentir emotivamente. 
