“El interés de darle un carácter intercultural a la educación superior, viene más del exterior que del país, a pesar de que ha estado siempre en la preocupación del pueblo mapuche”, dijo aquí el vicepresidente de la Asociación Indígena Lonko Mariluán de Victoria, José Luis Levi Castillo , precisando que como etnia, permanentemente, han deseado tener su propia universidad.
José Levi Castillo y Ernesto Medina Barra |
VICTORIA(Manuel Burgos).- El dirigente –también candidato a una consejería nacional en la Corporación Nacional de Desarrollo Indígena (CONADI)- sostuvo estas afirmaciones junto al docente de varias casas de estudios superiores de La Araucanía, Ernesto Medina Barra.
Levi afirma que los deseos de educación de su pueblo se han visto impedidos por no contar con los espacios y los recursos, ello a pesar de que muchos mapuches tienen la capacidad, buena memoria, excelentes notas pero el fracaso viene por la parte económica, reitera.
¿TANTO SABES O TANTO TIENES?
“Nuestros jóvenes tienen la percepción de que quienes pueden acceder a la educación superior, son sólo aquellos que poseen los recursos económicos, al margen de la capacidad intelectual y las universidades están con el temor de que cómo los mapuches van a hacer clases y no se con qué criterio, con qué mezquindad se hace esto a nivel de las universidades pero hoy vemos que los estudiantes están buscando el cambio y lo han dicho públicamente”, afirmó, añadiendo que no sólo hablaban de la interculturalidad en la sede Victoria de la UNAP sino que a nivel nacional, en la Federación de Estudiantes Mapuches (Femach) de Temuco, agradeciendo a la gente no mapuche en Chile, que han apoyado la iniciativa y hablado muy bien de esta participación en la educación nacional.
Lamenta mucho que profesionales que trabajan en las comunidades mapuches, no hablen el mapudungun y que el hecho de hacer un Palin o usar términos como “Peñi, cómo está usted”, califica que eso no es interculturalidad y que en este sentido, hay que hacer un trabajo más de fondo con las instituciones del Estado.
¿FÁBRICA DE TÍTULOS?
Para Medina, resulta increíble estar en esta discusión, de si es conveniente o no, incorporar el tema intercultural en la educación superior, primero, en la zona de La Araucanía y segundo, en una Casa de Estudios Superiores, resaltando que una universidad, no es una fábrica de títulos profesionales pues los principios que las rigen, son los mismos principios Republicanos .
“Nosotros, en nuestros principios republicanos, reconocemos distintas culturas; entonces, veo como mezquino decir, que habría que pedir permiso, primero a quien, para poder plantear en nuestras cátedras de temas interculturales Hoy, el aprovechamiento del estamento, a nivel del conocimiento se distribuye , aleatoriamente; ni siquiera hay una relación de casta social, menos aún, hacer una segmentación por etnia, o sea, estamos desperdiciando talentos. Veo que si la universidad, no genera este espacio para lo cual está convocada, deja de hacer un ejercicio democrático, como lo es , el reconocernos”, sostiene.
Visualiza que cuando se habla de interculturalidad, primero se reconocía que hay varias culturas y luego, que cada una de ellas tiene el mismo nivel, no es el sometimiento de una cultura sobre otra, atribuido a una mezcla entre el poder económico y el poder político, y que deberían estar en una misma dimensión.
Califica como “adorno”, aclara no queriendo ser despectivo, en la Universidad Arturo Prat el hecho de usar el tema intercultural…”Veo como un oportunismo, más que una política clara, y allí, he participado en muchos proyectos, donde he desarrollado temas con las comunidades y , sin embargo, jamás en esa universidad se me ha invitado a participar en el proyecto, en ningún nivel de la tri estamental. Lo paradójico, es que los alumnos, si muestran interés pero no veo una estructura que esté llamada a convocar, desde una visión democrática, participativa y vinculante el tema intercultural. Hay si, una cúpula que analiza el tema, en reuniones bastante cerradas pero no hay difusión a nivel de la comunidad universitaria o más bien, de principios democráticos dentro de la universidad”, concluye.